REAL ZARAGOZA 2-1 SPORTING DE GIJÓN
LA MAREONA SE TIÑE DE BLANCO Y AZUL
Más de 600
kilómetros separan Zaragoza de Gijón. Pero la distancia, y pese a que la Liga
de Fútbol Profesional declarara el partido de alto riesgo, no impidió que
aficionados zaragocistas y sportinguistas disfrutaran de un partido frenético
que se acabó por decantar hacia el lado local. Para tratar de batir al conjunto
asturiano (uno de los mejores de la categoría y que acumulaba doce encuentros
consecutivos sin conocer la derrota) y con el objetivo de lograr asentarse en
la zona de promoción de ascenso a Primera División, Natxo González introdujo varias
novedades con respecto al encuentro de la pasada jornada frente al Reus. Julián
Delmás volvió al carril diestro en detrimento de Benito y el capitán general,
Alberto Zapater, fue de nuevo titular en el centro del campo junto con Eguaras
y Ros.
El ambiente en
la grada era de auténtica fiesta. Y los jugadores zaragocistas no querían ser
menos. A los diez minutos de juego, Borja Iglesias abriría la lata con un
cabezazo. Lo hizo tras un centro desde la banda izquierda de Toquero y tras
golpear el balón en un zaguero rival. Pero el balón entró y la euforia se
desató en las gradas del Municipal.
El tanto zaragocista pareció despertar al
conjunto visitante, que trató de igualar el partido con la mayor celeridad
posible. Pero fruto de la falta de puntería sportinguista o del buen hacer
defensivo del conjunto aragonés, los pupilos de Rubén Baraja no consiguieron
devolver las tablas al luminoso. De hecho, los locales lograron aumentar la
distancia en el marcador pasado el ecuador del primer acto. El autor del gol,
tal y como indica el acta arbitral, fue Borja Iglesias. Pero los que tengan en
mente la jugada del segundo tanto zaragocista, estarán de acuerdo en que éste
puede repartirse entre el ariete blanquillo y Delmás. El canterano realizó un
pase teledirigido al espacio, desde 40 metros, que dejó a Borja sólo ante el
guardameta. Una vez ahí, a Borja no le tembló el pulso y batió al meta rival.
La grada
enloqueció tras el segundo gol. El despliegue físico de los pupilos de Natxo
estaba siendo digno de elogio y mostrarse superior a uno de los “gallitos” del
torneo no era cosa menor. Pero antes del intermedio, Cristian Álvarez volvió a
lucirse para evitar que el rival recortara distancias. El guardameta local
quiso unirse a la fiesta zaragocista con una espectacular estirada que evitó el
tanto del visitante Carmona.
La afición
supo valorar el esfuerzo de sus jugadores y aplaudió la actuación de los
blanquillos una vez desfilaron hacia vestuarios.
Siendo
conscientes de que el equipo no iba a poder aguantar el mismo nivel físico en
el segundo acto que durante los primeros cuarenta y cinco minutos, Natxo
González debía elaborar un plan para que sus jugadores no se cerraran atrás y
quedaran a merced del rival. Tras la reanudación, los visitantes se hicieron
dueños de la posesión del esférico. Salieron a por todas y, a los pocos minutos
de la reanudación, lograron reducir distancias tras una larga jugada. El
centrocampista Rubén García, con un potente zurdazo, mandó el esférico al fondo
de las mallas haciendo inútil la estirada de Cristian Álvarez.
El tanto
volvía a meter a los visitantes en el encuentro. Viendo que su equipo estaba
siendo superado por el rival, Natxo González decidió mover ficha dando entrada
a Febas por Papu. A priori, era un cambio que buscaba volver a tener el control
del esférico. Pero el que tenía todo bajo control era, de nuevo, Cristian
Álvarez. El guardameta local se erigió como héroe sacando una mano que
desbarató el cabezazo de Carmona. Al técnico zaragocista no le gustaba lo que
veía, y decidió agotar los cartuchos. Y esta vez, dio con la tecla. Si bien el
Sporting siguió tratando de derribar el entramado defensivo zaragocista, la
entrada al campo de Guti y Pombo por Ros y Toquero, respectivamente, dio
oxígeno a los blanquillos. Con cinco aragoneses y canteranos en el césped
(Zapater, Delmás, Lasure y los recién salidos Guti y Pombo) la victoria no
podía escaparse. Fue entonces cuando se hizo honor al lema “A Zaragoza la
defiende su gente”. Con la afición volcada tirando de su equipo cuando las
fuerzas de éste flaqueaban, el marcador no volvería a variar y el conjunto
local logró una importante victoria que le permite asentarse en los puestos de
promoción de ascenso y visitar al Cádiz en la próxima jornada sin urgencias de puntos.
La Marea sportinguista fue repelida por los aficionados de la ciudad de un Ebro
muy crecido. Bendito sufrimiento si acaba en victoria…
Real Zaragoza: Cristian
Álvarez; Lasure, Verdasca, Mikel González, Delmás; Eguaras, Zapater, Ros (Guti,
min. 63), Papu (Febas, min. 58); Toquero (Pombo, min. 63) y Borja Iglesias.
Sporting de Gijón: Mariño,
Canella (Isma López, min. 72), Barba, Pérez, Calavera, Álvarez, Bergantiños
(Álex López, min. 79), Jony, Rubén García (Santos, min. 66), Carmona y Nano.
Árbitro: Ais
Reig, del comité valenciano balear. Amonestó a Eguaras (min. 44), Mikel (min.
45) y Zapater (min. 77) por parte del Real Zaragoza y a Álvarez (min. 32) por
parte de los visitantes
Goles: 1-0: Borja
Iglesias (min. 10); 2-0: Borja Iglesias (min. 27); 2-1: Rubén García (min. 53).
Incidencias:
Encuentro correspondiente a la 38ª jornada liguera de la Segunda División. La
Romareda presentó una buena entrada con 26. 472
espectadores en las gradas.
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