iga Adelante 2015/16
37ª jornada (8/5/16)
Real Zaragoza 2 - 0 Bilbao Athletic
TRES PUNTOS Y NADA MÁS
La desventaja de puntos que lleva el Real
Zaragoza respecto a los primeros clasificados es un hándicap que deben superar
los pupilos de Lluís Carreras si quieren ascender de categoría. Para quitar
peso de la mochila que lleva en la espalda el conjunto aragonés, el calendario se
suavizaba tras pasar por el Tourmalet (aunque visto el nivel de exigencia se
asemejaba más a la Treparriscos). Antes de recibir en casa a sus inmediatos perseguidores
y retomar de nuevo un puerto especial de montaña con La Romareda como escenario,
el conjunto zaragocista debía batirse en duelo ante el Bilbao Athletic. El
filial vasco se encuentra hundido en la tabla clasificatoria y casi pensando
más en la temporada que viene que en la actual campaña. Para superar a los
cachorros vascos, Lluís Carreras introdujo las siguientes novedades en el once
inicial: Culio volvió tras estar ausente la pasada jornada para acompañar en la
medular a Javi Ros e Hinestroza y Lanzarote volvieron a ocupar los extremos.
Echó a rodar el balón y los visitantes
salieron a hacerse con el control del esférico. Mientras la sala de maquinas
del conjunto aragonés estaba apagada o fuera de cobertura, la única manera de crear peligro era confiar
en los saques de esquina botados por Lanzarote. Pero la estrategia tampoco
funcionaba. Dongou pudo marcar un gol de bella factura tras recibir un pase de
Lanzarote pero la definición del camerunés fue bastante mejorable. Los locales
trataban de no presionar en exceso a los rivales para buscar hacerles daño al
contragolpe. Mediada la primera mitad, un toque de calidad de Lanzarote haría
zarandear las bufandas zaragocistas de los fieles que se congregaron en La
Romareda. Una dejada de Javi Ros permitió al extremo colocar con toque y clase
el balón en el fondo de las mallas inaugurando, así, el luminoso.
El gol permitió al conjunto aragonés ganar
seguridad, pero el balón lo controlaba el rival y lo manejaba en torno al área
defendida por Manu Herrera. Por suerte para los espectadores, el colegiado
decidió dar por terminada la primera parte de un espectáculo soporífero, por
mucho que Lanzarote haya pintado de azul el telón.
El paso por las duchas no cambió el devenir
del encuentro. El conjunto aragonés jugaba sin pelota y sin una brújula en el
medio campo que permitiera retomar el rumbo del encuentro. Carreras, consciente
de esto, trató de solucionarlo dando entrada a Diamanka en lugar de Culio. Pero
la entrada del senegalés no arregló el desbarajuste de la medular y el conjunto
aragonés sólo frenaba a su rival mediante faltas. Cuando parecía que el partido
se le podía hacer muy largo al conjunto blanquillo, llegaría el gol de la tranquilidad.
Un centro desde la banda derecha de Isaac acabó con un chut de Diamanka que
superó al guardameta rival y con el lateral dolido en el suelo. Isaac se
recuperó y el Real Zaragoza sentenció.
Respiraban tranquilos los zaragocistas, que
veían como haciendo ascos al balón habían conseguido superar a un rival muy
tímido sobre el verde debido, probablemente, a su juventud. Tarsi sustituyó a
Lanzarote para colocarse junto con Morán en el doble pivote y desplazar a
Diamanka a la banda derecha. Los minutos pasaban y la victoria parecía más
cerca. Abraham también se vistió de corto para suplir a un irregular Hinestroza.
La tranquilidad aportada por el segundo gol permitió a los aragoneses manejar
sin problemas los últimos minutos del encuentro y sellar una victoria que le
permite seguir metido en el meollo.
Partido malo, muy malo. Pero tres puntos más
que nos permiten, simplemente, seguir ahí. Con opciones, y no es poco, de dar
caza a los puestos de ascenso directo. Ahora contamos con la tranquilidad de
tener más de un partido de distancia con la última plaza que da derecho a jugar
la promoción de ascenso. A seguir ganando, aunque sea no jugando a fútbol.
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