JORNADA Nº 31 (Real
Zaragoza 0 – 1 Deportivo de la Coruña) (23 – 3 – 14)
PESE AL NUEVO ENTRENADOR, JUGADORES
IGUAL DE MALOS
En una semana marcada por la vuelta
a casa del nuevo entrenador maño, Víctor Muñoz, y por los rumores de compra por
parte del empresario aragonés Javier Abad de la mayoría del paquete accionarial
que posee el imputado Sr. Iglesias, visitaba La Romareda el Deportivo de la
Coruña, situado en la parte alta de la tabla y con una clara dinámica positiva
tras reforzarse en el mercado de invierno. El nuevo técnico local pese a los
pocos días que lleva trabajando con los jugadores, introdujo varias novedades
en la formación inicial (esperemos que sean más en los próximos encuentros): la entrada de Arzo en el once como pivote defensivo acompañando al inoperante
Paglialunga, dio la titularidad a Álamo en la banda derecha e incluyó a
Laguardia como central. La llegada del nuevo míster, debería haber supuesto
savia nueva para algunos jugadores muy cuestionados con el anterior técnico
como Luis García, que pese a todo volvió a jugar de titular. Su rendimiento,
desgraciadamente, el habitual.
El partido comenzó y el Deportivo
fue quien se hizo con el control del balón ante el ofrecimiento del rival, tal
y como anunció Víctor Muñoz en la rueda de prensa anterior al encuentro. Los
visitantes controlaban el esférico y atacaban a la zaga maña, que se defendía y
alejaba el peligro con balonazos largos que volvían a caer en botas gallegas.
Pese al control de la posesión rival, los locales fueron los que tuvieron la
primera ocasión clara de peligro cuando Roger cabeceó fuera incomprensiblemente
un balón salido de las botas de Montañés. Fue un espejismo la mencionada
ocasión, ya que los locales no querían ni sabían mantener el control del
esférico y centraban su juego en la presión ejercida sobre el rival para
intentar robarles el balón y salir rápido al contraataque. De nuevo otro oasis en
el desierto para los locales que fue desaprovechado, ya que pese a no querer ni
oler el esférico, de nuevo Roger estuvo cerca de ilusionar a los escasos 10.000
aficionados que asistieron a ver el encuentro en un uno contra uno que detuvo
el meta visitante Lux. Poco después de lo que pudo haber sido el gol inicial
para los locales, el conjunto coruñés consiguió batir a un desafortunado Leo
Franco: el lateral derecho Laure se internó por la banda defendida por un
inexperto e ineficaz Rico y, tras hacer un pared, golpeó al esférico que fue
repelido por el palo con la mala suerte de, tras golpear en Leo Franco, llegar
al fondo de las mallas (min. 29)
El Real Zaragoza quizá no merecía
ganar pese a haber tenido dos claras ocasiones, pero la fragilidad defensiva y,
en esta ocasión, que la tostada cayó por el lado untado, le hacían ir
contracorriente ante un rival que se encontraba muy cómodo y bien plantado en
el césped. Los locales intentaban poner las tablas en el marcador, pero unas
veces la ineptitud de gran parte de los jugadores, y otras la falta de actitud
y compromiso de jugadores merecidamente señalados como Luis García, entre
otros, impedían que la nueva, aunque escasa, agresividad implantada por Víctor
Muñoz en el equipo diese sus frutos. Se llegó al descanso con la sensación de
que los locales habían desaprovechado dos claras oportunidades, que
posiblemente hubiesen cambiado el rumbo del encuentro, y reflejando a un
conjunto visitante mucho más formado y más equipo que su rival.
La segunda mitad comenzó y, a
diferencia de su antecesor, el técnico local Víctor Muñoz movió ficha y realizó
dos sustituciones para intentar cambiar el rumbo y dinámica del encuentro, pese
a que hay muy poco de donde rascar. El espigado extremo Álamo fue sustituido en
lugar del veterano Barkero, y el joven y aragonés delantero Diego Suarez se
vistió de corto en lugar del desafortunado Roger. Los minutos pasaban y el Real
Zaragoza seguía vivo al fatigoso trabajo realizado por Arzo en la medular (no
solo tenía que cumplir con su trabajo posicional, sino que también tenía que
suplir las copiosas carencias de su compañero Paglialunga) y al incansable y
peleón Diego Suarez (luchaba la mayoría de balones que merodeaban por campo
rival ayudándose del desafortunado y desaparecido Montañés). Las esperanzas de
remontada de los aficionados zaragocistas se desvanecían no solo con el paso de
los minutos, sino también al ver que los jugadores actuales de la primera
plantilla no tienen nivel para ascender a Primera División y que, a este paso,
habrá que luchar por mantenerse en la categoría de plata y correr el menor
peligro posible de descenso a Segunda División B. La entrada del jugador del
filial Anton en lugar del lesionado Arzo a falta de poco más de cinco minutos
para la conclusión del tiempo reglamentario
agotó las escasas balas que le quedaban a Víctor Muñoz tras su primer
partido en su segunda etapa como entrenador en la entidad zaragocista. Poco más
que destacar de los últimos minutos del encuentro en donde los locales no
tuvieron calidad ni físico suficiente para superar a un ordenado Deportivo de
la Coruña. Próximo partido el Domingo que viene en Mendizorroza ante el Alavés,
antepenúltimo clasificado y zona de la clasificación a la que tristemente deberemos
prestar especial atención.
En la jornada anterior elegisteis como mejor jugador del
partido a Esnáider (43% de votos) y como peor jugador del partido a Luis García
(29% de votos).
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