sábado, 15 de febrero de 2014

JORNADA Nº26 (TENERIFE 1-1 REAL ZARAGOZA)

JORNADA Nº 26 (Tenerife 1–1 Real Zaragoza) (15 – 2 – 14)

                                       INMERECIDO EMPATE EN LAS ISLAS

Tras dos derrotas consecutivas y tras una semana en la que al técnico zaragocista se le acumulan las desgracias en forma de lesión y sanción, el Real Zaragoza visitaba territorio insular para enfrentarse al Tenerife en su feudo, el Heliodoro Rodríguez López. Herrera, tozudo y fiel a sus ideas, alineó a los jugadores (por decir algo) habituales, salvo los cambios obligados de Barkero y Álvaro por Víctor y Arzo respectivamente y la entrada de Cidoncha en lugar de Acevedo.
El partido comenzó y como siempre el equipo rival, en este caso el Tenerife, tomó el control del partido ante la ineptitud con el balón en los pies del Real Zaragoza. El Tenerife insistía por la banda defendida por Rico y basaba su juego en mandar balones a su ariete Ayoze, quien no acertaba de cara a puerta. El rumbo del partido no cambiaba y el conjunto local lo aprovechó por medio de Juanjo, quien cabeceó a las mallas a placer ganando la espalda a Laguardia tras un centro de Suso, quien superó fácilmente a Rico (min. 23)
Tras el gol local nada cambio, el conjunto visitante siguió arrastrándose por el césped del Heliodoro mientras los jugadores locales jugaban tranquilamente sin recibir presión rival alguna y atacando, principal y constantemente, por la autovía defendida por Rico y la inoperante colaboración de Paglialunga. Leo Franco surgió de la nada para detener un disparo a bocajarro de Ayoze y conseguir disimular algo el ridículo que estaban haciendo de nuevo sobre el césped. Se llegó al descanso con victoria local por la mínima, aunque podía haber sido mucho más abultada debido al pésimo rendimiento y nivel mostrado por parte de los jugadores visitantes, hoy humillando al león vestido con la zamarra avispa.
La segunda parte comenzó y todo parecía seguir igual: Arzo tapando la espalda de sus compañeros de retaguardia y Leo Franco manteniendo la mínima desventaja posible. Unos diez minutos después de la reanudación el técnico visitante vio oportuno quitar del césped a Luis García, quien como habitúa desde que llegó al club aragonés hace unos años no aportó nada bueno, y dio entrada al ariete cedido Henríquez. El Tenerife, mermado por el cansancio físico, decidió entregar el control del esférico a su rival, quien no supo dirigirlo ni controlarlo y no encontró una idea de juego. ¿Se podía esperar de una medular formada por Cidoncha y Paglialunga? Pero eso no impedía que siguiesen creando peligro los locales, quienes estuvieron a punto de sentenciar tras meterse hasta la cocina en una jugada salvada in extremis por Fernández. Cuando quedaban poco más de 15 minutos para la conclusión del encuentro, el joven mediocentro Tarsi sustituyó a un negado Paglialunga en el mediocentro acompañando al “presionado” Cidoncha. El Real Zaragoza buscaba el empate pero a expensas de lo que ocurriese en el césped, sin hallar un patrón de juego o estilo que le permitiese conseguir el gol del empate. Con poco más de 10 minutos para la conclusión del encuentro, el canterano Diego Suarez sustituyó a Víctor Rodríguez en un nuevo e incomprensible cambio de Herrera, quien pese a ir perdiendo quita a un jugador ofensivo en vez de uno defensivo. De nuevo, como ocurre en el Real Zaragoza desde la oscura época del actual máximo accionista, inmerecida y afortunadamente llegó el gol maño. Esta vez fue a la salida de una falta colgada al área por Rico que fue cabeceada a gol por Arzo tras una mala decisión del meta visitante quedándose a media salida, suponiendo el empate final en el marcador (min. 84)
Este empate parecía una quimera por el juego desarrollado y por lo mostrado en el césped y, afortunadamente, tras el empate zaragocista los jugadores locales no supieron batir al meta Leo Franco, pese al gran número de oportunidades otorgadas por los visitantes, y el colegiado del encuentro dio por concluidos los 90 minutos de, como viene siendo habitual, humillación zaragocista.
El Real Zaragoza solo ascenderá si el resto de rivales de la categoría son peores que él, es decir que si el año que viene estamos jugando en primera será gracias a deméritos rivales que a méritos propios. El máximo accionista es experto en taparse y escudarse en sus secuaces, quienes le paran todas las críticas, que desgraciadamente son menos de las que deberían ser, y le permite poder seguir destruyendo al club. ¿Herrera está perdido y debería ser sustituido? En mi opinión sí, pero de qué sirve que pasen y pasen entrenadores si al final todos acaban igual: sucumbiendo ante el máximo accionista. También me pregunto: ¿Qué meritos han hecho jugadores como Paglialunga, Cortés o Cidoncha para ser titulares en el equipo? ¿No tendrá que ver quién los haya traído del Hércules, su última víctima, y del Atlético de Madrid, a quien dejó muy tocado? Hay que hacer algo ya para que no acaben por liquidar y cargarse al Real Zaragoza. Esperemos que el juicio del día 20 deje al máximo accionista del club en la mejor condición posible de cara a vender al club.
Próxima jornada en La Romareda ante el filial madridista







Sígueme en twitter: @javiergarciav97





    

En la jornada anterior elegisteis como mejor jugador del partido a Leo Franco (40% de votos) y como peor jugador del partido a Cidoncha (30% de votos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario