JORNADA Nº 17 (Real
Zaragoza 2 – 1 Córdoba) (8 – 12 – 13)
LA NIEBLA Y EL FRIO NO TAPAN EL MAL
PARTIDO DE LOS LOCALES.
Tras la victoria zaragocista por la
mínima en las islas, el conjunto dirigido por Paco Herrera recibía hoy en La
Romareda al Córdoba, equipo que antes de comenzar la jornada se encontraba con
un punto más que los locales. Los jugadores locales, la mayoría mercenarios,
que salieron hoy de inicio por parte de los locales eran los habituales, pese a
que algunos de ellos no tienen culpa, como por ejemplo Tarsi, que ha jugado muy
poco y suele mejorar a los que juegan en su posición, en este caso a Barkero
El partido comenzó y afortunadamente
la niebla impedía ver con claridad lo que ocurría en el césped. Aun no había
pasado ni un minuto y, para variar, Leo Franco salvó al Real Zaragoza al tocar con la punta de los dedos un disparo de Davila,
tras irse el jugador visitante fácilmente de su marca, Álvaro, que se resbaló
en el momento más inoportuno. Poco después, de nuevo Álvaro pone en peligro a
Leo Franco al cederle un balón comprometido, que afortunadamente, solo quedo en
un susto. El Córdoba, como la mayoría de equipos que pasan por el municipal, se
hizo con el control de la pelota. Los andaluces lo intentaban tanto por las
bandas, como mandando balones a las espaldas de los centrales, en dónde
Laguardia era quién solucionaba los despistes de su compañero en el eje Álvaro.
La primera ocasión de peligro para los locales,
si a eso se le puede llamar peligro, llegó con un zurdazo de Álamo que
fue directo a las manos del meta rival. El jugador visitante Pedro estuvo muy
cerca de inaugurar el marcador, pero tras quedarse solo y con el portero
vendido, remató a las manos de Leo Franco. Cuando a la primera parte le
quedaban poco más de cinco minutos para su conclusión, una jugada ensayada en
el saque de una falta permitió a los locales irse por delante en el marcador.
Movilla saca en corto para que Rico golpeé con gran fuerza a la pelota, y esta
se cuele en la portería visitante, 1 – 0 (min. 39)
Tras el gol local, no hubo ninguna
ocasión de gol destacable, digo destacable ya que ocasiones hubo, si, pero
afortunadamente los jugadores visitantes no atinaron de cara al gol y se llegó
a la conclusión del encuentro con pitos y malestar entre la grada y el porteo
Leo Franco, tras dirigirse hacia ellos en modo despectivo. Cada uno tendrá su
opinión, pero ambos tienen razones y motivos para hacer tanto una cosa, pitar,
como la otra, mandar callar. Al final parece que fue un malentendido.
La segunda parte comenzó y el Real
Zaragoza empezó a acumular gente en el centro del campo y a esperar a ver si se
presentan más oportunidades. Paco Herrera decidió sustituir a Álamo, y vistió
de corto a Víctor para aprovechar su velocidad. Pese al cambio local, el Córdoba
era quien mas peligro creaba y, el único que salvaba al Real Zaragoza era el
central aragonés Víctor Laguardia, quien además de cumplir con su trabajo, no
paraba de ayudar a su pareja. Los locales miraban el reloj deseando que éste
marcase el final del encuentro ante la superioridad del Córdoba. El mediocentro
argentino Paglialunga, fue sustituido por José Mari para dar frescura a un
centro del campo muerto. Cuando el partido entró en los últimos veinte minutos
de juego, todo lo aburrido que podía haber sido el partido hasta ese momento
cambio. Seguía siendo un partido de cualquier cosa menos de fútbol, pero al
menos hubo goles. Tras un gol anulado al jugador visitante López Silva, un par
de minutos después, tras una falta directa botada por el jugador visitante
Pacheco, llegó el gol visitante por el palo defendido por Leo Franco, tras
tocar sutilmente el balón Dávila (min. 73)
De nuevo tablas en el marcador, y
pese a esto, el conjunto local seguía jugando igual de mal que durante todo el
encuentro. Paco Herrera quitó del campo al desafortunado y desaparecido
Henríquez y sacó en su lugar al veterano delantero Luis García. El partido
entraba ya en su recta final, y los jugadores locales, a excepción de Rico y
Laguardia, por salvar a algunos, estaban para el arrastre y no daban una. De
hecho prácticamente no pasábamos de mediocampo para adelante. La fortuna, la
Virgen del Pilar, o quién sea se le volvió a aparecer al Real Zaragoza en forma
de expulsión del rival y en forma de gol. El defensa visitante Mendi se fue a
la ducha por doble amarilla en tan solo tres minutos, hecho que aprovechó el
Real Zaragoza para, muy al final, adelantarse. Ya en el tiempo de descuento, un
rechace fuera del área cae en los pies de Jose Marí, quién no se lo piensa y
dispara a puerta, con la fortuna de que el balón golpea en un adversario y se
acaba introduciendo en la portería visitante (min. 90+). Tras este gol, el
partido no dio para más, y de nuevo victoria del Real Zaragoza, tres
consecutivas, ante un rival al que superamos en la tabla y que no se ha
merecido la derrota.
Hay que hacer algo ya, ya que aparte
de tener un equipo y jugadores muy mediocres, la afición está dividida. Hoy,
parte del público del fondo norte de La Romareda ha comenzado a silbar al
portero de su equipo Leo Franco. El meta argentino no se lo ha tomado muy bien,
y ha mandado callar a esta parte de la grada y se ha señalado el escudo. Ambas
partes tienen razón, tanto Leo Franco, como los aficionados que le pitaron. Leo
Franco ha podido hacer mas durante algunos partidos de la temporada, si, pero
no es un jugador, que digamos no lo da todo o muestra desinterés en el campo.
Estos pitos le han sentado mal y le han hecho reaccionar así ante la grada. Por
otro lado, la parte de la afición, entre la que me incluyo, que aun sabiendo
que el principal culpable es el que es, y que se le pita en las famosas y
silenciosas “agapitadas”, no quiere que unos jugadores mediocres y que no dan
el nivel en el Real Zaragoza les silencien y les señalen el escudo del león que
tanto aman y defienden. Parte de la
afición blanquilla ha reaccionado en contra de los pitos, y ha intentado
silenciarlos pitándoles a esos, lo que ha generado desconcierto en la grada.
La afición zaragocista debe unirse,
sabiendo quien es el principal culpable, y sabiendo lo que se les puede exigir
a los jugadores, que en el caso de algunos es bastante más, y a partir de ese
acuerdo conseguir que el equipo adquiera una racha de buenos resultados, a ser
posible con un juego, al menos, decente, e ir ascendiendo posiciones para estar
mas cerca de los puestos de ascenso, principal objetivo de una de las peores
plantillas, en cuanto a calidad se refiere, de la historia del club, pero que
debe saber aprovechar la penosa situación del futbol español desde
prácticamente la mitad de tabla de primera, hasta las categorías mas
inferiores. El Real Zaragoza debe intentar conseguir ser el mejor de los
peores. Próxima jornada ante el Sabadell en su estadio.
En la
jornada anterior elegisteis como mejor jugador del partido a Roger (29% de
votos) y como peor jugador del partido a Cidoncha (43% de votos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario