REAL ZARAGOZA – VALLADOLID (JORNADA 32, 2-IV-2017)
UN PUNTO QUE NO NOS SACA DE POBRES
Fruto de la mano del nuevo técnico, Cesar Láinez, fruto del compromiso
de los jugadores, el Real Zaragoza logró una importante victoria la pasada
jornada en Elche que le alejaba de la zona de descenso. Pero los resultados
esta jornada de los rivales de abajo dejaban al conjunto aragonés a 2 puntos de
los puestos de color rojo. Para alejar fantasmas, el equipo blanquillo debía
reafirmar su mejoría mostrada en tierras ilicitanas venciendo en La Romareda a
un duro rival como el Valladolid. El conjunto pucelano rondaba la media tabla
antes del encuentro y buscaban lograr los tres puntos para acercarse a los puestos
de promoción de ascenso. En su debut en su casa, Láinez decidió no mover muchas
fichas del once inicial de la pasada jornada e introdujo la única y obligada
novedad (por sanción de Ángel), de Dongou. El delantero camerunés tenía ante sí
una nueva oportunidad para hacer olvidar la ausencia del máximo artillero.
Echó a correr el cronometro y, a diferencia de otros encuentros, el
conjunto aragonés se hizo con el control del esférico y no salió a expensas del
rival. La apuesta personal del técnico, Pombo, no se arrugaba y cerca estuvo de
batir al meta rival a los pocos minutos de partido con un disparo potente que hizo
lucirse al arquero. En la mayoría de partidos, el guion del Real Zaragoza pasa
por lanzar balones arriba para que Ángel los luche hasta la extenuación y
rasque algo. Sin él sobre el césped, esta estrategia no daba sus frutos ya que
Dongou no lograba conectar con sus compañeros. En sus botas y en las de
Lanzarote estuvieron las primeras ocasiones claras del partido, pero quedaron
en agua de borrajas. Algunas malas decisiones en el centro del campo
zaragocista permitían al conjunto pucelano crear peligro ante la meta
zaragocista, pero los visitantes erraban a la hora de definir. El Valladolid tardó,
pero, finalmente, lograron entrar en el partido. Pese a esto, los locales
seguían llevando por su camino el encuentro. Pero un contragolpe perfectamente
ejecutado por los pupilos de Paco Herrera adelantó a los visitantes en el
marcador. Juan Villar recogió un rechace de Ratón tras un disparo de Mata para
aprovechar la primera llegada nítida del conjunto pucelano e inaugurar el
luminoso.
Duro golpe para los aragoneses tras manejar el encuentro. Pero la
energía insuflada a la plantilla tras la llegada de Láinez debía empujar al
equipo hacia la remontada. Siguió el mismo esquema el conjunto blanquillo. Y
obtuvo su recompensa. Un pase en largo del omnipresente Zapater hacia Lanzarote
creó serias dudas al arquero y a la zaga rival. Esta indecisión fue aprovechada
por Lanzarote, quien batió por alto al guardameta y culminó el pase a medida
del capitán. El gol del empate permitía a los locales irse al descanso con un
partido nuevo por delante y hacia justicia a lo visto sobre el césped.
El paso por las duchas no cambió la dinámica del encuentro, si bien los
locales no arriesgaban para anotar otro gol. Con medio hora de fútbol por
delante, un fatigado Lanzarote pidió el relevo por agotamiento. Antes, decidió
borrarse para el próximo partido y “limpiarse” de tarjetas. Su relevo fue Cani,
quien debía servir de revulsivo para tratar de ganar el encuentro. Pero el paso
de los minutos hacía mella en los zaragocistas y los errores no forzados
comenzaban a ser frecuentes. Fruto de esta situación, y visto el peligro que
podían crear los rivales, los locales decidieron pasar a jugar de forma más
horizontal tratando de minimizar lo máximo posible los errores. Dongou, tras
una discreta actuación, fue relevado por Edu García. El extremo aragonés pasó,
de esta manera, a ser el punta de referencia del equipo. Por suerte para los
pulmones de los jugadores blanquillos, los vallisoletanos parecían dar por
bueno el empate. Probablemente fruto de su compromiso o fruto del carácter charrúa,
Cabrera vio la amarilla de una manera bastante “tonta” y se sumó a la lista de
bajas por acumulación de tarjetas para la próxima jornada. Sin delantero de
referencia y con la botella de oxígeno a pleno rendimiento, Láinez decidió
gastar sus balas sustituyendo a Bedia (más atinado en el partido de hoy que en
pasadas jornadas) por Samaras. El delantero griego se paseó. Su aportación al
encuentro fue prácticamente nula y dejó en evidencia, todavía más si es
posible, su pésimo estado de forma. Antes del final de la contienda, todavía
tuvo tiempo Edu García de dejar los tres puntos en casa tras un buen pase de
Cani, pero su disparó se fue por encima del travesaño. Finalmente, y tras una
buena primera parte, el Real Zaragoza no pudo sacar los tres puntos pero, al
menos, no perdió. Si no se puede ganar, por lo menos no pierdas. Destacar el
trabajo y sacrificio de un imperial Zapater. Estuvo en todas el ejeano.
Las próximas tres jornadas se presentan cruciales para el devenir del
Real Zaragoza ya que se enfrenta a los tres últimos clasificados. 3 finales
para conseguir media permanencia. La primera de ellas ante el Almería en
tierras andaluzas y sin dos piezas titulares como Cabrera y Lanzarote. Las
sensaciones tras la llegada de Láinez no son del todo malas, falta lograr la
permanencia para evitar problemas y poder centrarse en la planificación de la
siguiente campaña.
Ficha técnica
R. Zaragoza: Ratón;
Isaac, Marcelo Silva, José Enrique, Cabrera; Zapater; Lanzarote (Cani, min. 58),
Javi Ros, Edu Bedia (Samaras, min. 86), Pombo; y Dongou (Edu García, min. 68).
Real Valladolid:
Becerra; Moyano, Guitián, Rafa, Balbi; Alex López, André Leao (Alex Pérez, min.
52); Villar (Ángel, min. 65), Jordán, Míchel (Drazic, min. 71); y Mata.
Goles: 0-1, Villar
(min. 31); 1-1, Lanzarote (min. 41).
Árbitro: Juan
Manuel López Amaya, del comité territorial de Andalucía. Por parte del Real
Zaragoza amonestó a Lanzarote (min. 56) y a Cabrera (min. 81). Por parte de los
visitantes amonestó a André Leão (min. 32) y a Luciano Balbi (min. 85).
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