REAL ZARAGOZA – CÁDIZ C.F. (JORNADA 38, 13-V-2017)
¿DE LOS ERRORES SE APRENDE?
Lograr cuanto antes la salvación. Eso es lo único que tiene entre ceja
y ceja el técnico blanquillo. Pese a la mejoría mostrada por el equipo tras su
llegada, Láinez no se fía. Sabe que si el equipo no consigue sobrepasar lo
antes posible la barrera de los 50 puntos (históricamente considerada como
permanencia) vendrán los nervios y se meterán en problemas. Tras el tropiezo (aunque
viene siendo la tónica habitual de la temporada) en Reus, tocaba lograr la victoria
en La Romareda frente al Cádiz. El conjunto gaditano, recién ascendido, se
encuentra de lleno en la lucha por lograr un puesto que le permita disputar la
promoción de ascenso. Para batir a los andaluces, Láinez introdujo un único
cambio en su once inicial: Bedia sustituyó al sancionado Cani.
El balón echó a rodar y, como es costumbre, nadie tomaba la iniciativa.
Pero pronto, el conjunto aragonés tuvo dos claras ocasiones para adelantarse.
Primero fue Ángel quien, tras un pase desde el lateral de Bedia, disparó al
muñeco. También Cabrera tuvo en su cabeza el tanto inicial, pero su testarazo
fue rechazado por el meta Cifuentes. Pero no iba a ser ésta la tónica del
encuentro. Para nada. El Cádiz se sacudió las dos embestidas locales y comenzó
a adueñarse del partido. Ortuño pudo anotar ante sus antiguos compañeros tras
un fallo de Zapater, pero Marcelo Silva reparó el error del ejeano. Y, visto el
percal, el conjunto blanquillo comenzó a emplear la estrategia que viene usando
(y que no ha dado muchos frutos, vista nuestra posición en la tabla clasificatoria)
durante todo el año: Cabrera y Marcelo Silva se encargan de sacar el balón con
pases largos en busca del solitario Ángel, quien pelea sólo contra el mundo en su
guerra habitual contra los zagueros rivales. Y en esta batalla para ver quien
trata mejor al esférico, Aketxe salía ganador. El mediocentro vasco aprovechaba
la ausencia de mediocampo local (Zapater no estuvo atinado con el esférico, Ros
alternaba una de cal y varias de arena, y Pombo estuvo intermitente) para ganar
metros y llegar al área defendida por Ratón. Pero cuando el primer acto llegaba
a su fin, un atisbo de esperanza surgió de la cabeza de Ángel. Un centro desde
la banda derecha de Cabrera fue cabeceado por Ángel, quien envió el balón lejos
del alcance del meta rival y adelantó a sus compañeros en el marcador.
De nuevo gracias a su pichichi (quien por oportunidades podría llevar
el doble de tantos, aunque su aportación no son simplemente goles sino que va
mucho más allá), el conjunto blanquillo lograba adelantarse en el partido. Y,
como siempre, acabaría cediendo su ventaja. Sólo era cuestión de tiempo…
El paso por vestuarios para escuchar la arenga de Láinez no supuso ningún
cambio y los mismos once jugadores saltaron al césped. Y los jugadores tampoco
supieron plasmar las ideas del entrenador ya que los andaluces seguían
controlando el esférico y alternando acciones de peligro con largas posesiones.
Sólo Ángel creaba peligro con sus movimientos entre los defensas rivales, pero
la pelota no le llegaba. Y sin pelota difícil meter gol. Además, en las
ocasiones que tuvo para marcar hizo gala de su desviada puntería. Xumetra entro
por un apagado Lanzarote para aportar velocidad por los costados. Un córner
botado por Pombo pudo suponer la sentencia del encuentro, pero José Enrique
(mal atrás y peor arriba) envió el balón a las nubes tras un remate a
bocajarro. Un fuerte disparo ajustado al poste del extremo visitante Álvaro
obligó a Ratón a emplearse a fondo, pero el arquero zaragocista solventó los
problemas y alejó el peligro. Isaac sustituyó a Bedia para ayudar en tareas
defensivas. Ya en la recta final, Barrera sustituyó a Pombo (no fue su mejor
día, pero el canterano no se arruga y sigue aportando más que quitando) en
medio del desorden de juego en el que se había convertido el encuentro. Aunque
podía mascarse la tragedia, y más todavía viendo la mayoría de partido del Real
Zaragoza, los jugadores locales comenzaron a replegarse buscando defender con
uñas y dientes los tres puntos. Y cuando el tiempo reglamentario llegaba a su
fin, el conjunto aragonés desmontó el popular refrán que dice que de los
errores se aprende (en rueda de prensa, también Láinez señaló que sus jugadores
no aprenden de los errores). Un mal despeje de José Enrique provocó que Aitor
García, con un disparo potente y lejano, batiera a un despistado Ratón
poniendo, de esta manera, las tablas definitivas en el electrónico.
Qué raro, nadie se lo podía ni imaginar. El equipo se echa atrás y el
rival a base de presión consigue marcarnos. Pero no acabó el partido con esa
acción. Ya en el tiempo añadido, el extremo local Xumetra tuvo en sus botas la
ocasión de empujar el balón al fondo de las malllas, pero su disparo salió
desviado por el lateral.
La salvación tendrá que esperar, mínimo, un par de jornadas más.
Esperemos que se logré cuanto antes y se pueda empezar a planificar la
plantilla de la próxima temporada. A ver si el refrán que dice que no hay mal
que cien años dure ni cuerpo que lo resista se cumple y el Real Zaragoza
planifica, de una vez por todas, un proyecto que le permita mirar al futuro con
esperanza.
Próxima jornada ante el Oviedo en la vetusta ciudad
Ficha técnica
R. Zaragoza: Ratón;
Feltscher, Marcelo Silva, José Enrique, Cabrera; Zapater; Lanzarote (Xumetra, min.
60), Edu Bedia (Isaac, min. 76), Javi Ros, Pombo (Alex Barrera, min. 85); y
Ángel.
Cádiz: Cifuentes;
Malón, Aridane, Sankaré, Luis Ruiz (Aitor, min. 80); José Mari, Garrido
(Abdullah, min. 46); Salvi (Güiza, min. 62), Aketxe, Álvaro García; y Ortuño.
Goles: 1-0, Ángel
(min. 44); 1-1, Aitor (min. 90).
Árbitro: Eduardo
Prieto Iglesias, del comité territorial de Navarra. Por parte del Real Zaragoza
amonestó a Xumetra (min. 88). Por parte de los visitantes amonestó a Luis Ruiz
(min. 59) y a José Mari (min. 71).
Incidencias: partido
correspondiente a la 38ª jornada de LaLiga 1|2|3 disputado en el estadio municipal
de La Romareda con alrededor de 17.300 espectadores en las gradas del municipal.
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